La podemos encuadrar dentro de aquella generación de Pop que a mediados de la pasada década fue engullida por la tierra. Amy Studt, Rachel Stevens, la mismísima Billie Piper y su abejita o Charlotte Church, por citar cuatro y no hacer más daño.
La historia de esta galesa es interesante. Un buen día llamó por teléfono a un programa de TV para cantar una obra clásica. Ese fue el comienzo de una exitosa carrera como soprano, pero hace cinco años se le cruzaron los cables y cambió la música clásica por el pop, donde gracias a temas como "Crazy chick" tampoco le fue nada mal.
Después se centró en la TV, pero ahora con el apoyo de un sello independiente y no mucha pasta vuelve a la música. "Back to scratch" es su nuevo álbum y single. Demasiado diferente para vender, pero es de los que crecen con las escuchas.