En poquito tiempo Marina se ha convertido en una más de la familia. Y nos gusta cómo le va, porque a pesar de tener ese aire tan 'extraño' que suele echar para atrás, el disco ha sido top 5, los singles han tenido una ventas destacables, y lleva unos meses de festival en festival.
Frente al vulnerable y reflexivo "I am not a robot", el tercero de Marina & The Diamonds es radicalmente opuesto. Pop al poder de la mano de Greg Kurstin en "Oh no!"